La inmigración
Antes se consideraba a la inmigración una bendición porque con los inmigrantes la Nación se aseguraba un suministro de trabajo, como por ejemplo en la segunda guerra mundial que emigraron muchos jóvenes de Europa hacia América para trabajar por lo que le aportaban al país de destino. Hoy es considerada un problema, el cual hay que mitigar y combatir, por temor a la perdida de homogeneidad y cohesión social, a la cultura y a la identidad.
La noción de vulnerabilidad en los inmigrantes implica a que estos tienen una carencia de poder y de derechos, a que están condicionados por ser inmigrantes, y que entre ellos y los nacionales hay una diferencia, una asimetría.
Los países centrales toman medidas contradictorias con respecto a los inmigrantes ya que por un lado fomentan las migraciones (porque se ven presionados mundialmente) pero por el otro, los tratan de evitar por temor a que alteren o distorsionen el desarrollo del país, su organización, a que impongan sus culturas, a que cambien la economía, la lingüística, etc. Al ser países desarrollados, muchos quieren trasladarse hacia estos.
Los estados implementan controles para regular las migraciones internas, entre ellos:
Expulsar a los inmigrantes sin empleo de las ciudades para evitar mayores costos sociales.
Medidas disuasivas como por ejemplo cobrarle la escuela a los hijos de los campesinos que se trasladan a las ciudades, que para cuyos habitantes es gratis. (Filipinas)
Organizar por parte del gobierno migraciones con fines económicos o estratégicos como en España que trasladaron los campesinos al centro del país.
Las medidas políticas que implementaron los gobiernos de Brasil y de la antigua Unión Soviética que produjeron migraciones internas fueron:
En Brasil, trasladar la capital a Brasilia, ciudad construida y planificada para eso.
En la antigua Unión Soviética, organizaron migraciones con fines estratégicos o económicos, como por ejemplo la colonización de las regiones orientales que aumento la población de Siberia.
Los países pueden tomar medidas a favor de los inmigrantes como oficinas de reclutamiento, o en contra: medidas restrictivas y de control de migración. A la vez los países de origen pueden favorecer a los migrantes con pensiones o ayudar para la educación de sus hijos, y los gobiernos receptores pueden dotarlos de derechos como sanidad, subsidio de desempleo, vivienda.
Los gobiernos no pueden impedir algunas cuestiones como el derecho a la reagrupación familiar, que implica la migración de otros miembros de la familia de la persona que migro inicialmente, ni cerrar por completo el asilo de personas.ademas la existencia de barreras no es capaz de frenar la emigración en un mundo tan desigual, por eso la emigración ilegal cobra mayor fuerza, acarreando problemas de control y vigilancia en las fronteras y verdaderas tragedias humanas.
